Las vidas de Olivia y Pablo ofrecen un testimonio conmovedor del impacto transformador de Nuestros Pequeños Hermanos (NPH). Sus experiencias ilustran cómo esta organización ha sido un pilar fundamental en su desarrollo personal y profesional.

 

Comienzos en NPH

 

Olivia Bernabé llegó a NPH a la edad de tres años, luego de perder a ambos padres. Su tía, quien ya tenía tres hijos, no pudo asumir la carga económica de cuidar a siete hermanos más. En busca de una solución, la familia decidió ingresar a los niños en NPH, proporcionando a Olivia y sus hermanos una nueva oportunidad.

 

Por su parte, Pablo Osvaldo, huérfano desde temprana edad, se unió a NPH a los 16 años, tras haber vivido en otras casas hogar, en donde ya no podía estar por su edad y donde no tenía la oportunidad de continuar con sus estudios. Desde su llegada, encontró un lugar que no solo satisfacía sus necesidades educativas, sino que también le ofrecía el apoyo emocional y social que había estado buscando.

 

 

Adaptación y Crecimiento

 

La vida después de NPH representó un desafío significativo para Olivia.

 

Nuestros Pequeños Hermanos es como un mundo dentro de otro mundo, es una burbujita. Entonces sales y conoces el mundo real y te topas con muchas situaciones.

 

Para Osvaldo, la transición también fue difícil. Agradece la seguridad y el sentido de comunidad que encontró en NPH, y reflexiona sobre cómo estos principios, basados en la enseñanza del Padre Wasson, siguen presentes en su vida adulta. Reconoce que comenzar una vida fuera de NPH le permitió valorar profundamente las lecciones aprendidas y como estas lo han preparado para enfrentar los desafíos del mundo real.

 

Te das cuenta de todo lo que has aprendido y has aprendido a valorar. Eso te da la responsabilidad. Ahora que soy padre de familia veo claramente que haber estado en NPH es de lo mejor que me ha pasado. 

 

Conoce más sobre su historia en: Testimonio de: Olivia y Osvaldo 

 

 

Un Amor que Nació en NPH

 

Olivia y Osvaldo se conocieron durante el último año de bachillerato, a pesar de pertenecer a diferentes generaciones. Su relación se fortaleció en ese momento y, tras 19 años juntos, han formado una familia con tres hijas. 

 

Nos conocimos en el último año y desde ahí comenzamos una relación de noviazgo. Desde entonces seguimos juntos. 

 

Al reflexionar sobre esos momentos, Osvaldo afirma que conocer a María fue una de las mejores cosas que le han pasado. 

 

A veces es algo muy espontáneo lo que pasa en NPH…Ha sido de lo mejor que me ha pasado…Ya llevamos 19 años juntos y tenemos tres nenas hermosas que gracias a Dios y a mi esposa hemos podido formar esta hermosa familia. Con todo lo que nos ha enseñado NPH.

 

 

Lecciones Aprendidas y Agradecimientos

 

Ambos agradecen plenamente a NPH por los valores y hábitos que les enseñaron. Olivia destaca la importancia del servicio a los demás, un principio que ha integrado en su vida diaria con gran dedicación, siguiendo el ejemplo del Padre Wasson.

 

…Me encanta servir a los demás y lo hago con mucho amor como lo hacía nuestro querido Padre Wasson. 

 

Osvaldo también expresa su profunda apreciación por la formación recibida. Ahora, como miembro activo (Tío) en NPH, se siente comprometido a retribuir a la comunidad. Valora la oportunidad de trabajar con los hermanos menores y de aplicar los principios de responsabilidad y servicio que le fueron enseñados.

 

Doy gracias a NPH porque ellos cambian la vida. Puedes venir de una situación muy fuerte de pobreza, inseguridad, desigualdad… pero estar aquí enseña a que hay algo más, que la vida sigue y el día de mañana puedes ser un buen ser humano y cambiar la vida de alguien más. Eso me llevo de NPH, el ser una persona servicial. 

 

 

Reflexiones sobre el Pasado

 

Mirando hacia atrás, Olivia menciona: 

 

Si pudiera decirme algo a mi yo del pasado, sería que me aferre a cada oportunidad que se me presente. Que valore todo lo que mucha gente ha hecho por nosotros y que luche por lo que me haga feliz. 

 

Osvaldo, por su parte, se diría a sí mismo: 

 

…Que no me diera por vencido, que no me pusiera triste y que no sintiera inseguridad porque los nuevos cambios siempre traen algo bueno. Todo va a ser un éxito. Va a valer la pena. Todo lo que está aquí en NPH es algo que te va a beneficiar y que te va a cambiar mucho la vida. 

 

Las historias de Olivia y Osvaldo son un testimonio del impacto duradero de NPH. No solo encontraron un hogar, sino que también adquirieron los valores y la fortaleza necesarios para construir una familia y una vida plena. Su experiencia destaca cómo NPH va más allá de ofrecer un lugar donde vivir; forma individuos capaces de enfrentar la vida con integridad, amor y propósito.

 

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