El Inicio de un Nuevo Camino
Prisco Francisco Hernández Galarza, un hombre cuya vida fue transformada por la oportunidad de recibir una educación gracias a NPH y al generoso apoyo del Padre Wasson, comparte su conmovedora historia.
Un Futuro Prometedor
A los diecisiete años, Prisco ingresó a NPH para estudiar la Normal Básica. En ese momento, su madre enfrentaba dificultades económicas y no podía solventar los gastos de sus estudios. Fue entonces cuando una religiosa le habló sobre el Padre Wasson y de la labor que realizaba en NPH. Aunque en ese entonces solo aceptaban a huérfanos de madre, las autoridades de la institución hicieron una excepción con su generación, permitiendo por primera vez la entrada de estudiantes que no cumplían con este requisito. Gracias a esta oportunidad, Prisco logró continuar sus estudios.
Estoy eternamente agradecido porque en esos entonces mi mamá no tenía recursos económicos para solventar gastos de estudios.
Compromiso y Dedicación en la Educación
Después de completar su educación y un año de servicio en Acolman, Prisco se trasladó a Tapachula, Chiapas, donde trabajó como docente durante un año. Posteriormente, regresó a la Ciudad de México y trabajó durante siete años en el colegio particular La Salle. Su carrera continuó con un compromiso de cuarenta años en el colegio Cedros, antes de retirarse hace seis años.
Conoce más del testimonio de Prisco en : Testimonio de Hermano Mayor: Prisco
Agradecimiento y Reflexión
Prisco atribuye su éxito y bienestar actual a Dios y al apoyo que recibió de NPH y del Padre Wasson. Reconoce que sin esa ayuda crucial para estudiar la Normal Básica, su vida habría sido muy diferente. La generosidad del Padre Wasson no solo cambió su destino, sino que también le permitió formar una familia y construir una carrera exitosa en el ámbito educativo.
Prisco concluye su testimonio con un profundo agradecimiento, consciente de que el apoyo recibido en su juventud fue fundamental para convertirse en la persona que es hoy.
..Me gustaría dar un agradecimiento a Dios, porque lo que soy y lo que tengo, incluyendo a mi familia, si no hubiera tenido la oportunidad de estudiar la normal básica gracias a el apoyo generoso que brindaba a estudiantes el Padre Wasson, no se que sería de mi. Reconozco que esa ayuda que me brindó el padre ha propiciado el tener lo que soy.
Tú también puedes marcar la diferencia en la vida de jóvenes como Prisco. Tu generosidad puede transformar vidas y construir un mundo mejor.